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Cristina: «Todo esto, fue ideado para una feroz, inédita persecución»

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La vicepresidenta electa Cristina Fernández ironizó hoy sobre las acusaciones en su contra, aludió a otras causas penales que involucran a sus hijos Máximo y Florencia, y criticó con dureza a jueces, fiscales y funcionarios del gobierno de Mauricio Macri en una extensa exposición durante el juicio oral por la obra pública.

«Te imputan estupideces y ni siquiera te dejan demostrar que son estupideces que otros también cometieron. Increíble», sostuvo sobre la imputación como supuesta jefa de asociación ilícita.

La ex presidenta era indagada ante una sala de audiencias colmada de público en el subsuelo de los Tribunales Federales de Retiro, adonde arribó pasadas las 9.30 sin hacer declaraciones.

Entre el público se ubicaron ex funcionarios y legisladores del kirchnerismo como Teresa Parodi, Juan Cabandié, Martín Sabbatella, Jorge Taiana, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo Estela Carlotto y la Madre de Plaza de Mayo «Taty» Almeida, entre otros.

Tras pedir una botella del agua mineral que ella toma, comenzó a exponer ante los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu, a quienes en todo momento miró e interpeló con preguntas, al igual que al fiscal Diego Luciani, a quien le preguntó su apellido antes de comenzar a cuestionarlo por la acusación.

Comenzó su declaración denunciando “la existencia del lafware” y consideró que el rechazo del Tribunal Oral Federal N°2 para transmitir en vivo la audiencia es “una clase práctica del lafware en Argentina llevado a cabo por este tribunal”, en una causa que “tuvo una difusión mediática en vivo y en directo inédita”.

“Y ni que hablar cuando comenzó el juicio: se transmitió en vivo y en directo toda la acusación. Nunca en mi vida escuché un guión en lugar de una acusación fiscal”, expresó la senadora, que llegó a Comodoro Py pasadas las 9.30 y empezó a declarar después de las 10, luego que los jueces ratificaran que no aceptaban su pedido de televisación, reiterado más temprano por su abogado Carlos Beraldi.

La expresidenta recordó que el juicio -que empezó el 20 de mayo- “era tema en 20 millones de programas de televisión” y “hubo cinco audiencias completas que fueron transmitidas en vivo y en directo, y en los pasajes más escabrosos del guión fiscal apuntaban a mi cara”.

“Eso es el lafware: que los medios de comunicación publiciten cosas que no figuran en el expediente o que no son delitos para conformar a la opinión pública y con eso los jueces no tengan otra alternativa que condenar. Eso es para presionar a los jueces probos. Es para construir mediáticamente lo que no pueden comprobar jurídicamente”, subrayó.

Directamente mirando a los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, la vicepresidenta electa enfatizó: “¿No les parece que tiene impacto que la vicepresidenta de la Argentina esté acusada de asociación ilícita, de ser la jefa de una banda? ¿En serio les parece que no?, ¿en serio me lo dicen?, ¿en serio?”.

Cristina habló de la causa como “un plan ordenado por el gobierno saliente”, que “utilizó la Oficina Anticorrupción y la UIF para impulsar las causas judiciales”. Criticó el rol de Laura Alonso al frente de la OA, al remarcar que “se modificó el decreto para que pueda asumir” como titular de ese organismo, y señaló que el titular de la UIF es “Mariano Federici, un exfuncionario del FMI”.

“El gobierno que se va tenía una mesa judicial que decidía quién iba preso, quién no, a qué empresario había que apretar para que no vaya preso, para que venda sus empresas”, lanzó e insistió: “El plan fue ideado para una feroz e inédita persecución para quien fuera dos veces presidenta de la República”.

También le apuntó a la Justicia por la “multiplicidad de procesamientos” en su contra, e ironizó: “Soy jefa de cuatro asociaciones ilícitas. La verdad que no sé cómo tuve tiempo para gobernar porque me la pasaba haciendo asociaciones ilícitas”.

El dinero

En una larga exposición aludió a otras causas judiciales, como por ejemplo al hallazgo de más de cuatro millones de dólares en cajas de seguridad a nombre de su hija Florencia.

«Cuando terminó la presidencia, después de la primera devaluación, dije `estos van a hacer un desastre. Hay que cambiar todo a dólares´. Eso fue lo que hice y lo hizo mi hija porque fue la única que vive en Buenos Aires; Máximo y yo vivíamos en Gallegos», dijo.

Se trataba del «dinero de la sucesión, no estaba a nombre de testaferros ni en paraíso fiscal, estaba a nombre de mi hija que es la heredera en el Banco Galicia, que es un banco nacional».

Florencia «fue fotografiada en un montaje frente a millones de dólares, como si los hubiéramos robado sin aclarar» sobre que esa suma había estado en «plazos fijos» en pesos.

La justicia

En otra línea, aludió a la «mesa judicial» que dijo tenía el gobierno de Mauricio Macri «donde se decidía quién iba preso, quién no iba preso, a qué empresario había que apretar».

«Siempre les digo a los Albertos, Beraldi (su abogado) y Fernández, que son profesores de la facultad, `¿Ustedes cuentan las cosas que pasan en Comodoro Py a los alumnos de derecho penal?´», cuestionó.

Este planteo fue parte de sus críticas al fuero federal. «Lo que se ve y se conoce es horrible», agregó alzando el tono de voz.

Antes había cuestionado lo que llamó las «escuchas ilegales» difundidas, al organismo que se encarga de las escuchas ordenadas por la Justicia, la Djudeco y a su titular, Martín Irurzun, presidente de la Cámara Federal porteña.

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