Los vendedores ambulantes también conocidos como Manteros, se las arreglaron para aprovechar la flexibilización de las medidas de aislamiento y retornar a su actividad diaria.
Pese a que desde el municipio capitalino comandado por Bettina Romero se intenta demostrar eficiencia a la hora del control y que las distintas actividades presentan protocolos para retornar a la actividad, los Manteros se las ingenian para afrontar la crisis y mostrar que todo ha vuelto a la normalidad.
De nada sirven tampoco los controles realizados por la policía de la provincia, que se ocupan de pedir el DNI para determinar si el ciudadano común ingresa o no, al centro.
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