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Corrientes, con sello familiar: Juan Pablo Valdés será gobernador y los libertarios naufragan en las urnas

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El oficialismo radical volvió a arrasar y mantendrá el control de la provincia por otro período. El hermano del actual gobernador se impuso con más del 51% de los votos. El PJ quedó segundo, Colombi tercero y los libertarios sufrieron una dura derrota, lejos del podio.

Entre chamamés, aplausos y gritos de “¡Vamos Corrientes!”, se confirmó este domingo lo que el radicalismo ya daba por hecho desde temprano: el oficialismo retuvo la gobernación y lo hizo por la puerta grande. Juan Pablo Valdés, hermano del actual mandatario Gustavo Valdés, fue elegido nuevo gobernador con un sólido 51,45% de los votos, consolidando dos décadas y media de hegemonía radical en la provincia.

La elección, marcada por una participación superior al 73%, mostró un mapa político sin sorpresas, pero con un dato rotundo: La Libertad Avanza quedó cuarta, con apenas el 9,62% de los sufragios, y profundizó su crisis en el interior del país.

“Hoy tenemos un nuevo gobernador en primera vuelta”, dijo Gustavo Valdés con el rostro visiblemente emocionado, tras subir al escenario del Comité Central de la UCR. A su lado, su hermano Juan Pablo —exintendente de Ituzaingó— agradeció “a la familia y al pueblo correntino” mientras las banderas radicales flameaban al ritmo del jolgorio.

Del segundo puesto al olvido: así quedaron el PJ, Colombi y los libertarios

En segundo lugar quedó el peronista Martín “Tincho” Ascúa, con el 20,13%, quien se sostuvo con el respaldo del kirchnerismo y una campaña enfocada en denunciar presunta corrupción en la gestión radical. Más atrás, el exgobernador Ricardo Colombi (16,82%) cerró su carrera con sabor amargo y poco margen para negociar.

La verdadera debacle se vivió en el campamento de La Libertad Avanza, donde Lisandro Almirón no logró ni siquiera superar el 10% de los votos, pese al respaldo de Karina Milei y Martín Menem. Sin presencia de figuras nacionales, el búnker libertario lució desangelado y con reclamos por supuestas irregularidades que no lograron empañar el resultado.

“Nos dejaron solos”, se quejaba un referente libertario, mientras en la Costanera correntina la UCR seguía de festejo, iluminada por fuegos artificiales y cánticos eufóricos.

Aunque no fue el candidato a gobernador, Gustavo Valdés fue el gran ganador de la jornada. Jugó fuerte por su hermano y encabezó la lista de senadores provinciales. Su liderazgo dentro del bloque de gobernadores de “Provincias Unidas” se consolida, y su proyección nacional crece en momentos en que el gobierno de Milei tambalea en algunas provincias.

“El consenso es lo que construye a las naciones y las hace grandes”, dijo Valdés, en un claro mensaje a la Casa Rosada, que enfrenta turbulencias por los escándalos internos y el pobre desempeño electoral en el interior.

Con este resultado, el radicalismo correntino encadena 26 años consecutivos en el poder. Desde 1999, ni el PJ ni otras expresiones políticas lograron quebrar la hegemonía. Ahora, el apellido Valdés garantiza la continuidad, aunque también desata críticas opositoras que hablan de nepotismo y concentración del poder.

Juan Pablo Valdés, de 42 años, evitó los medios y no tomó riesgos durante la campaña. Su perfil fue cuidadosamente diseñado por el aparato oficialista, que le apostó todo a una transición ordenada. El experimento funcionó.

La campaña no estuvo exenta de polémicas. Los incidentes durante la visita de Karina Milei, las denuncias de Almirón sobre el rol de Andreani en la logística electoral, y los cruces entre candidatos marcaron un tono agrio. En el tramo final, hasta el caso del niño desaparecido Loan Peña fue utilizado como eje de disputa política.

Ricardo Colombi, enemigo íntimo de Gustavo Valdés, reconoció la derrota con una frase filosa: “El aparato tuvo mucho peso. Ahora tienen que gobernar”.

Los resultados reflejan un panorama político previsible, pero con consecuencias claras: el oficialismo provincial está más fuerte que nunca, el peronismo no logra despegar, y La Libertad Avanza se hunde en su propio desconcierto, sin estructura ni liderazgo claro en una provincia clave del nordeste.

Corrientes sigue siendo un bastión radical. Y ahora también, un proyecto político con nombre y apellido: Valdés.

  • Juan Pablo Valdés (UCR – ECO+Vamos Corrientes): 51,45%

  • Martín Ascúa (PJ – Limpiar Corrientes): 20,13%

  • Ricardo Colombi (Eco – Lista propia): 16,82%

  • Lisandro Almirón (La Libertad Avanza): 9,62%

  • Mesas escrutadas: 67,17%

  • Participación: 73%

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