Bajo el cielo encendido de Salta y a los pies del General Güemes, miles de voces se unieron para decir presente. El gobernador Gustavo Sáenz encabezó el cierre de campaña de “Primero los Salteños”, en un acto que desbordó emoción, identidad y orgullo provincial.
El Monumento a Güemes se convirtió en una marea de ponchos rojos y banderas. Allí, Sáenz, flanqueado por candidatos, legisladores y referentes de su espacio, lanzó un mensaje directo: “Este domingo empieza a cambiarse la historia para todos los salteños”.
Con el eco del viento entre los cerros, el mandatario reivindicó la decisión de “plantar bandera propia” frente al centralismo porteño. “Por primera vez en la historia decimos que la Argentina no empieza ni termina en Buenos Aires. Hay una Argentina que duele, que espera y que ha empezado a despertar. Y aquí estamos los salteños para demostrarlo”, exclamó ante una multitud que no dejó de corear su nombre.
El gobernador apeló a la memoria del héroe gaucho: “Nuestro General decía que la madre de la vida es la victoria, y para que las cosas cambien, hay que animarse a hacerlo”. Sáenz pidió a los ciudadanos “llenar las urnas de esperanza y del poncho salteño”, y advirtió que su espacio “no necesita la bendición de ningún dirigente nacional”.
Con un tono firme, criticó a los gobiernos que “no cambiaron la vida de nadie” y convocó a no votar “a los mismos de siempre”. Su mensaje final fue un llamado a la confianza: “Confíen en este proyecto hecho por y para los salteños. Este domingo, llenemos las urnas de orgullo, dignidad y futuro”.
El espacio “Primero los Salteños”, liderado por Sáenz, presentó una lista integrada por referentes de distintos sectores productivos y sociales de la provincia. Encabezando la nómina para el Senado de la Nación se encuentra Flavia Royón, quien fuera secretaria de Energía de la Nación y exsecretaria de Minería de Salta, acompañada por Nacho Jarsún, el presidente de Aguas del Norte, en segundo lugar. En tanto, la lista de diputados nacionales está liderada por el médico y legislador Bernardo Biella, junto a Oriana Névora y Juan Cruz Cura, quienes representan —según el propio espacio— “la renovación y el compromiso con una Salta que se piensa desde adentro hacia el país”.
La noche cerró con aplausos, luces, cánticos y una certeza que retumbó en todo el Valle de Lerma: el poncho salteño volvió a flamear como símbolo de una provincia que quiere escribir su propia historia.









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