Continuó el juicio contra una mujer acusada del homicidio de su hijo de 11 años en barrio Solidaridad, donde se reprodujeron las declaraciones de dos compañeros de escuela de la víctima, quienes pintaron un cuadro desgarrador de la vida del menor antes del trágico final.
Los chicos contaron que el niño llegaba a la escuela con moretones y golpes que al principio decía haberse hecho solo, pero que con el tiempo confesó que su mamá le pegaba. También revelaron que, cuando no obedecía, ella lo amenazaba con dejarlo sin comida o hacerlo dormir afuera de la casa.
Uno de los estudiantes contó que, aunque vivían cerca, solo jugaban en la escuela porque la madre del niño no lo dejaba salir a la calle. El menor les pedía que no fueran a buscarlo, pero a veces se escapaba. Además, aunque nunca faltaba a clases, llegaba tarde porque su mamá lo hacía abrir el corralón antes de entrar a la escuela.
Por su parte, un vecino de la acusada aseguró haber visto marcas rojizas en los brazos y piernas del niño, similares a “cintarazos”. También contó que no lo veía jugar con otros chicos en el barrio y que tuvo enfrentamientos con la mujer por su actitud agresiva y prepotente.
La ronda de testimonios incluyó a una sobrina de la acusada, quien defendió a su tía diciendo que tenía buena relación con su primo y que el niño no hacía tareas pesadas en el corralón. Además, atribuyó la falta de amigos del menor a la circulación de droga en el barrio y opinó que las lesiones pudieron haber sido producto de una caída.
El juicio sigue adelante ante un tribunal colegiado integrado por los jueces Leonardo Feans, Martín Pérez y Francisco Mascarello.
El hecho ocurrió el 31 de agosto de 2023, cuando el niño ingresó sin vida al hospital Papa Francisco con una grave lesión en la cabeza. La autopsia determinó que murió por un traumatismo encéfalo craneal grave causado por una lesión punzopenetrante.
La Fiscalía está a cargo de Santiago López Soto, mientras que la defensa la lleva Mario López Escotorín. La querella está representada por Miguel Nicolás Fernández y Rodrigo Palacios.
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