El presidente Javier Milei inauguró hoy el Palacio Libertad, Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento, y aprovechó la ocasión para reiterar sus críticas a las universidades públicas, al afirmar que “si no quieren ser auditados es porque deben estar sucios”.
Estas declaraciones se dieron en medio de un conflicto presupuestario con las instituciones de educación superior, donde el mandatario ha insistido en la necesidad de una mayor transparencia en el manejo de los recursos.
“Podrían permitir que se los audite, ¿no? Acá no está en discusión la universidad pública y gratuita. La discusión es que los recursos son escasos y robar está mal”, expresó Milei durante su discurso en el ex Centro Cultural Kirchner, ahora rebautizado como Palacio Libertad. Con estas palabras, el presidente Javier Milei cuestionó la resistencia de las casas de estudio a ser sometidas a auditorías, sugiriendo que su negativa esconde manejos poco claros.
En ese mismo sentido, el mandatario agregó: “Queremos terminar con las filtraciones del dinero que llega a la universidad y ver lo que verdaderamente llega a los alumnos y profesores”. Para Milei, los recursos que deberían destinarse a mejorar la educación se están perdiendo por prácticas corruptas y por el sostenimiento de estructuras políticas dentro de las universidades.
“Principio de revelación”
Durante su intervención, Milei hizo hincapié en lo que llamó el “principio de revelación”: “Si no quieren ser auditados es porque deben estar sucios. Dejen de engañar a los argentinos y digan la verdad, que no quieren ser auditados para mantener sus curros y utilizan y prostituyen una causa noble para seguir defendiendo el robo de algunas agrupaciones políticas”, sentenció el presidente. Esta afirmación encendió aún más la polémica en torno al manejo de fondos en las universidades públicas, un tema que ha sido recurrente en sus discursos.
El jefe de Estado también lanzó una dura crítica al sistema universitario actual, al afirmar que la universidad pública nacional hoy “no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta y a los ricos”. Para Milei, el mito de la gratuidad universitaria se ha convertido en un subsidio invertido, donde los pobres terminan financiando la educación de los sectores más privilegiados de la sociedad.
“En un país donde la gran mayoría de los niños son pobres y no saben leer ni escribir, ni realizar una operación matemática básica, el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres a los ricos”, sostuvo el mandatario.
Defensa de Sarmiento
En su discurso, Milei también hizo referencia a Domingo Faustino Sarmiento, en cuya memoria fue renombrado el ex Palacio de Correos. Criticó a quienes han denostado la figura de Sarmiento y los acusó de ser los mismos que “pretenden rasgarse las vestiduras por la educación y toman a los alumnos de rehenes en sus desesperados intentos por mantener sus privilegios”.
“Los mismos que llevaron a cabo el intento de demonización contra Sarmiento son los que ahora intentan sostener sus curros dentro de la educación pública”, afirmó.
Cambiar la historia
El presidente también destacó que el cambio de denominación del edificio es “uno de los primeros pasos para cambiar la historia”. Señaló que esa historia ha sido distorsionada por quienes “prostituyeron los nombres y ensuciaron a los grandes héroes de esta patria”. A su juicio, este cambio simboliza el inicio de una nueva etapa en la que se buscará enaltecer las figuras de los grandes próceres y dejar atrás lo que llamó “el culto a los políticos que arrastraron al país a la decadencia y a la humillación”.
“Este es el inicio de una nueva etapa para enaltecer la figura de nuestros más grandes próceres y símbolos nacionales. Para dejar atrás al culto de los políticos que arrastraron al país a la decadencia y a la humillación”, subrayó el mandatario.
Cambio de nombre oficializado
El Gobierno había oficializado la semana pasada, a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 897, el cambio de nombre del edificio histórico que, tras dejar de ser el Palacio de Correos, había sido rebautizado como Centro Cultural Kirchner. Ahora, con el nuevo gobierno, el edificio llevará el nombre de “Palacio Libertad, Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento”.
“La medida se da en el marco de la asunción del ex presidente Sarmiento el 12 de octubre de 1868, y se convoca a la ciudadanía a conmemorar este aniversario con el objeto de reconocer la gesta de los próceres de la Patria para alcanzar la libertad”, señalaba el texto del decreto.
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