Lo que comenzó como un siniestro vial terminó en una violenta escena en pleno centro de la ciudad. El pasado 23 de agosto, alrededor de las 11 de la mañana, operadores del Centro de Videovigilancia detectaron una colisión en la intersección de Tucumán e Ituzaingó, y dieron aviso inmediato al Centro de Coordinación Operativa, que despachó asistencia policial al lugar.
Al mismo tiempo, una llamada ingresó al Sistema de Emergencias 911, informando no solo el choque, sino también un episodio de desorden entre los involucrados.
Los protagonistas del siniestro fueron una mujer de 56 años, al mando de un Volkswagen Gol, y dos hombres mayores de edad que circulaban en una motocicleta. Tras el impacto, en lugar de resolver la situación de forma civilizada, el acompañante de la moto descendió y agredió físicamente a la mujer, además de ocasionar daños materiales en su vehículo.
Minutos más tarde, allegados a la conductora del auto llegaron al lugar y confrontaron al agresor, generándose un clima tenso que obligó a la intervención policial. El agresor fue demorado en el lugar.
Los test de alcoholemia practicados a los conductores arrojaron resultados negativos, descartando consumo de alcohol por parte de los implicados.
La mujer agredida realizó la denuncia formal y el caso quedó en manos de la Fiscalía Penal 5, que ya inició las actuaciones correspondientes.
Este episodio suma preocupación por la violencia post-accidente y la falta de control emocional en situaciones de tránsito, donde muchas veces las víctimas no solo sufren el impacto del choque, sino también el de la agresión.
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