El presidente Javier Milei afronta las consecuencias de la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires con una respuesta clara: reorganizar su equipo y ampliar canales de diálogo político. A un día de los comicios que golpearon a La Libertad Avanza en territorio bonaerense, Milei convocó a su Gabinete en dos reuniones maratónicas para definir un nuevo rumbo.
El resultado: la conformación de una mesa política nacional, integrada exclusivamente por funcionarios propios, y otra mesa de diálogo federal, que buscará sumar a los gobernadores como interlocutores clave. Así lo anunció Manuel Adorni, secretario de Comunicación y vocero presidencial, a través de sus redes sociales.
La mesa política estará encabezada por el propio Milei y contará con figuras centrales de su gobierno: Karina Milei (secretaria general de la Presidencia), Guillermo Francos (jefe de Gabinete), Patricia Bullrich (Seguridad), Santiago Caputo (asesor presidencial), Martín Menem (titular de la Cámara de Diputados) y el propio Adorni. En el ámbito provincial bonaerense, la mesa se ampliará con representantes vinculados a “Las Fuerzas del Cielo”, el grupo político que responde a Caputo.
Por su parte, la mesa de diálogo federal tendrá como objetivo tender puentes con los gobernadores, un gesto que muestra un giro hacia la búsqueda de consensos tras el duro revés electoral. Esta convocatoria refleja el reconocimiento de Milei de que la gestión nacional debe construir alianzas para consolidar la gobernabilidad.
Pese a los cuestionamientos internos y las especulaciones, desde el entorno presidencial aseguraron que por ahora no habrá cambios en el gabinete. “Todo el equipo está firme”, indicaron, aunque no descartaron medidas puntuales en áreas como Salud.
La incorporación del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, a la reunión vespertina fue un dato clave: su presencia representa un intento por reforzar la estabilidad económica y mostrar unidad en un momento complejo. Caputo había estado ausente en la reunión matutina por agenda, pero su llegada fue puntual para el segundo cónclave, que se llevó a cabo en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada.
Además de los ministros más visibles, participaron otros funcionarios estratégicos, como Gerardo Werthein (Cancillería), Luis Petri (Defensa), Federico Sturzenegger (Desregulación), Mario Lugones (Salud), Sandra Pettovello (Capital Humano) y Mariano Cúneo Libarona (Justicia), lo que denota la intención de un abordaje transversal de la crisis post-electoral.
El propio Milei, en un discurso ante su militancia en el búnker de Gonnet, admitió la derrota política de La Libertad Avanza en Buenos Aires, pero negó que esto implique una reestructuración ministerial. “Vamos a mantener el equilibrio fiscal, el esquema cambiario y la política de desregulación. No hay cambios en el gabinete, pero sí un análisis profundo para corregir errores”, sostuvo.
En paralelo, el presidente y el ministro Caputo mantuvieron una reunión con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, para avanzar en una agenda de reformas económicas y fortalecer la integración regional, un gesto que busca proyectar confianza hacia los mercados y actores internacionales, inquietos tras el resultado electoral.
En un contexto marcado por la incertidumbre política, las mesas que Milei acaba de conformar son una señal clara de que el mandatario busca recomponer su liderazgo y abrir canales de diálogo que permitan transitar los próximos meses con mayor estabilidad.
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