El reciente triple crimen en Florencio Varela volvió a poner en evidencia la compleja red del narcotráfico en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y los profundos recelos que dificultan una respuesta conjunta entre la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires.
Las tres mujeres asesinadas fueron secuestradas en La Tablada y masacradas en Florencio Varela, en un hecho que refleja la brutalidad con la que actúan las bandas narcos que operan en villas porteñas y se extienden hacia el conurbano bonaerense. El caso no es aislado: otro dealer fue encontrado asesinado en Merlo, y existen redes que ocultan cocaína en fosas clandestinas, transportándola hasta el centro porteño para su distribución masiva.
El narcotráfico circula a diario por las avenidas y autopistas que conectan ambos territorios, especialmente por la autopista Presidente Perón, que se ha convertido en la “ruta de la droga” del AMBA. La falta de iluminación, cámaras y controles adecuados, junto con la suspensión de proyectos de infraestructura, potencian esta vulnerabilidad.
El problema se agrava por la desconfianza mutua entre las fuerzas de seguridad porteñas y bonaerenses. Mientras algunos acusan a la Policía Metropolitana de connivencia con narcos, otros sostienen que los operativos fallan cuando no participan las fuerzas provinciales. Esta disputa institucional reduce la eficacia en la lucha contra el narcotráfico.
A nivel político, las tensiones entre los gobiernos de la Ciudad y la Provincia también dificultan la coordinación de políticas públicas, investigaciones y operativos. Así, el narcotráfico se aprovecha de la grieta para consolidar su presencia y expandir su influencia.
Para el obispo de San Justo, Eduardo García, la ausencia del Estado en barrios populares permite que la violencia y la criminalidad crezcan sin freno. La comunidad reclama un Estado presente, inteligente y efectivo que pueda frenar esta escalada.
El triple crimen de Florencio Varela es un llamado de atención urgente: sin unidad y compromiso entre las jurisdicciones, el narcotráfico seguirá ganando terreno, afectando a miles de familias en la región.
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