El pasado 18 de diciembre se publico en el Boletín Oficial el Decreto que encomienda «el ejercicio de las funciones urgentes e impostergables del Departamento Ejecutivo Municipal» en el Presidente del Concejo Deliberante, Darío Madile a partir de ese día, hasta el día 3 de enero a horas 18:00.
La medida fue tomada de manera inconsulta con los concejales capitalinos y violando la Carta Orgánica Municipal que dispone que la ausencia del Intendente por un período mayor a diez días, debe obtener la aprobación del cuerpo deliberativo.
Mal acostumbrada Bettina Romero a pasar por encima de las disposiciones, partió raudamente hacia las playas. Atrás quedó la profunda crisis económica que atraviesa Salta, la pandemia y desocupación, además de los problemas habituales no resueltos como el pésimo estado de las calles, profundizado por las últimas lluvias.
Pese a que la licencia autoconcedida disponía que el día 4 se encuentre en funciones, recién el miércoles cinco retornó a las actividades con la visita a un Hogar de Ancianos, y un encuentro con el intendente de la localidad de El Dorado, en la provincia de Misiones donde compartieron «experiencias y acciones de gobierno».
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