En una hábil jugada política, el gobernador de Salta, Gustavo Saenz, demostró una vez más su destreza al esquivar las propuestas de mediación de Alfredo Olmedo y buscar un acercamiento con los líderes del presidente electo, Javier Milei. Dando un giro estratégico, Saenz dejó de lado las tensiones postelectorales y abogó por el diálogo y el consenso como claves para resolver los problemas de la provincia y del país.
En un acto de apertura y reconciliación, Gustavo Saenz compartió a través de sus redes sociales una fotografía que capturaba el encuentro con Nicolás Posse y Guillermo Francos, futuros Jefe de Gabinete y Ministro del Interior, respectivamente, en el próximo gobierno nacional. Este gesto no solo consolidó un mensaje de unidad, sino que también dejó en evidencia la capacidad del gobernador para tejer nuevas alianzas más allá de las fronteras partidarias.
Saenz expresó sus felicitaciones a quienes serán los nuevos funcionarios, y les deseó el mayor de los éxitos. Sin embargo, no perdió la oportunidad de manifestar las inquietudes compartidas con otros gobernadores sobre la necesidad de fortalecer el federalismo. «Debemos trabajar por una Argentina más unida sin odios ni rencores, más justa, equitativa y solidaria. Como gobernador, voy a seguir luchando y trabajando por los intereses de los salteños. #PorUnaArgentinaMasFederal reforzó el mandatario.
La estrategia de Saenz deja en orsai a Alfredo Olmedo, quien, tras los resultados electorales, se autoproclamó como mediador entre el presidente electo y el gobernador provincial. A pesar de los resultados favorables de Milei en la provincia, Olmedo intentó capitalizar el triunfo electoral, proclamándose como el próximo candidato a gobernador. Sin embargo, esta posición parece más un intento de resurgir, que un reflejo genuino del respaldo popular, considerando sus intentos previos infructuosos en elecciones anteriores.
Aunque Olmedo intentó imponer su influencia tras los resultados electorales, Saenz demostró su habilidad política en búsqueda de soluciones a través de la aproximación a los dos hombres de confianza de Milei.
Al asumir su segundo mandato en diciembre, Saenz se posiciona como un dirigente que busca unir, construir y trabajar por el bienestar de los salteños, incluso ante un escenario donde el 58% votó por Milei. Esta cifra constituye un revelador recordatorio de la diversidad de opiniones en la provincia, y simultáneamente, una contundente patada al tablero político. Un dato que refleja la convicción de que los gobiernos más eficaces emergen del consenso y del respeto hacia las ideas divergentes.
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