En la sede de la Secretaría de Trabajo provincial, la Unión de Trabajadores Municipales de Salta, llegó a un acuerdo con la Municipalidad, representada por el procurador Ramiro Angulo.
Ambas partes dieron a conocer que finalmente y luego de semanas de paro, llegaron a un acuerdo.
Cabe recordar que el conflicto que se había iniciado por una serie de requisitorias relacionadas con la falta de apoyo del municipio en las condiciones mínimas para el desempeño de los trabajadores, explotó frente al anuncio de la intendenta Bettina Romero de delegar facultades a la Policía Vial de la provincia.
En el tira y afloje, los agentes se negaron a desempeñar sus tareas, mientras que la intendenta se afanaba en redoblar la apuesta, y desafiante señalaba que los agentes iban a cumplir el rol de educadores viales, quitándoles las facultades sancionatorias.
Todo esto frente a las contradicciones de funcionarios de alto rango, resoluciones y marcha atrás de las mismas. Frente al intento de renuncia de Gilberto Pereyra, funcionario a cargo de Movilidad, incluso se llegó a modificar el cronograma, ascendiéndolo a Secretario.
Ninguno de los pasos llevados adelante por la intendenta Bettina Romero y su Coordinador Daniel Nallar, pudieron serenar la situación que fue in crescendo, hasta llegar a un paro general durante 24 horas que luego fue suspendido a partir de una conciliación obligatoria.
Finalmente llegó el acuerdo y la tranquilidad para los trabajadores quienes acordaron «que de ninguna manera se delegan las facultades que le son propias al municipio en otro órgano, conservando la potestad en toda su plenitud el Secretario del área».
Además se acordó que las actas de comprobación (multas) se realizarán en forma conjunta entre los agentes de Tránsito municipal y la Policía vial de la provincia.
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