El intendente Emiliano Durand subió al estrado del Concejo Deliberante con un mensaje claro: la ciudad ya no es la misma y el futuro debe escribirse con proyectos que trasciendan su mandato. En su discurso de apertura de sesiones, hizo un balance de su primer año de gestión, destacó logros, pero sobre todo, marcó una hoja de ruta desafiante. Sin embargo, más allá de los anuncios y las cifras, la pregunta que sobrevuela es si alcanzará el tiempo para convertir las promesas en realidades.
El intendente Emiliano Durand afirmó que “la ciudad se encuentra en una situación completamente distinta a la que encontramos al asumir” y destacó el saneamiento financiero del municipio. La frase suena alentadora, pero no oculta que el punto de partida fue crítico. Es cierto que la inversión en infraestructura ha sido significativa, con más de 20 mil millones de pesos destinados al arreglo de calles en 344 barrios. Pero también es cierto que esa inversión responde a un reclamo histórico de los vecinos que todavía ven calles intransitables y obras demoradas.
La gestión Durand ha priorizado el “territorio”, pero el desafío es que esas mejoras no se diluyan en anuncios o en asfaltos que se deterioran con la primera lluvia.
El intendente aseguró haber tomado “una decisión firme y que no tiene vuelta atrás” respecto al Mercado San Miguel, intervenido tras el incendio de noviembre. “Ordené recuperar el control de la administración del mercado, normalizar la provisión de servicios y avanzar hacia su reconstrucción”, sostuvo.
La gestión del mercado ha sido un tema candente durante años, con denuncias de irregularidades y administraciones cuestionadas. Su reconstrucción promete devolverle a los salteños un espacio histórico, pero también abre interrogantes sobre cómo se garantizará su funcionamiento de manera eficiente y transparente.
Uno de los anuncios más polémicos fue la intención de habilitar plataformas digitales de transporte como Uber, Cabify y Didi en la ciudad. “Los usuarios las están eligiendo. Son ellos quienes imponen esta modalidad”, argumentó Durand.
El debate está instalado. Mientras los pasajeros celebran la posibilidad de mayor oferta y tarifas más competitivas, los taxistas ven una amenaza directa a su sustento. El desafío político para el intendente será gestionar este conflicto sin que termine en una pulseada que paralice la ciudad.
Durand cerró su discurso con un llamado a la unidad. “Cuenten conmigo, sin importar de qué lado estemos. Si tienen proyectos, propuestas o ideas que realmente le cambien la vida a la gente, voy a ser el primero en impulsarlas”. Pero la política no solo se construye con buenas intenciones.
El desafío de su gestión no será sólo ejecutar obras o modernizar el municipio, sino consolidar una transformación que no dependa de coyunturas ni anuncios. Porque si algo ha demostrado la historia reciente es que lo que hoy es un avance, mañana puede ser solo un recuerdo de lo que pudo haber sido.
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