El juicio oral y publico por el brutal femicidio de Jimena Salas, sumó un capítulo clave este viernes 13 de octubre. Durante la audiencia, declararon cuatro peritos informáticos y dos psicólogas forenses, quienes brindaron información crucial sobre los perfiles psicológicos de Adrián Guillermo y Javier Nicolás Saavedra, los hermanos imputados como coautores del crimen.
Ambos están acusados de haber actuado con alevosía, ensañamiento y premeditación, en un homicidio que también reviste el agravante de femicidio. La magnitud del delito exige, además de las pruebas materiales, un profundo análisis sobre las características mentales y emocionales de los sospechosos. Lo que dijeron las pericias, no pasó desapercibido.
Los peritos informáticos expusieron sobre el trabajo técnico realizado en el marco de la investigación, que incluyó la revisión de celulares, computadoras, pendrives, tarjetas SIM y cámaras. Uno de los testimonios más relevantes fue el del experto que explicó el método de recuperación del celular de la víctima, hallado dañado y abandonado en la banquina de la ruta. Esta evidencia podría ser clave para reconstruir las horas previas al crimen y los posibles vínculos de los imputados con la escena.
Un perfil con signos de violencia: Adrián Saavedra
La psicóloga que evaluó a Adrián Guillermo Saavedra lo describió como inmaduro, egocéntrico y con una marcada dependencia afectiva. Su personalidad, según la pericia, está atravesada por impulsividad, baja tolerancia a la frustración y comportamientos agresivos, especialmente bajo los efectos del alcohol o drogas.
Además, se lo identificó con anestesia emocional y una postura asimétrica frente a las mujeres, desde un lugar de superioridad. Presenta mendacidad en su discurso, con indicadores de ocultamiento y evasión de responsabilidad, y muestra una autoestima baja con rechazo a figuras de autoridad. Para la profesional, se trata de una persona de riesgo tanto para sí como para su entorno.
Narcisismo, psicopatía y disociación: Javier Saavedra
La pericia psicológica sobre Javier Nicolás Saavedra arrojó un diagnóstico aún más inquietante. Fue caracterizado como una persona de personalidad psicopática, con rasgos de narcisismo, egocentrismo y conductas agresivas explosivas. Considera a las personas como objetos, rechaza normas y construye una realidad a su medida, que manipula a voluntad.
Su discurso fue definido como mendaz, contradictorio y simulado, con una capacidad intelectual destacable, pero sin logros concretos: abandonó más de cuatro carreras universitarias. La profesional explicó que esta inteligencia no se traduce en madurez, sino en habilidad para manipular y disimular.
Durante su paso por Santa Victoria Este —donde se trasladó tras el crimen—, habría buscado un entorno donde pudiera sentirse superior y admirado, aunque con el tiempo surgieron conductas violentas, especialmente hacia mujeres.
El informe concluye que Javier poseía una forma de vincularse con el mundo sin empatía, culpa ni remordimiento, lo que no constituye una enfermedad mental, sino una estructura de personalidad potencialmente peligrosa.
El Tribunal, compuesto por José Luis Riera, Mónica Faber y Maximiliano Troyano, dispuso un cuarto intermedio hasta el lunes 20 de octubre a las 8:30, cuando continuará la audiencia con más testimonios clave para esclarecer uno de los crímenes más conmocionantes de los últimos años en Salta.
Las pericias conocidas refuerzan la línea investigativa del Ministerio Público Fiscal, representado por los fiscales Mónica Poma, Leandro Flores y Gabriel González, quienes apuntan a demostrar una acción conjunta y premeditada de los hermanos Saavedra en la violenta muerte de Jimena Salas.
 
                                                        
    					






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