El respaldo financiero del Gobierno de Estados Unidos hacia Argentina generó un alivio inmediato en los mercados y renovó la esperanza en la Casa Rosada, pero según el economista Valeriano Colque, el verdadero desafío se encuentra en el plano político y técnico dentro del país.
“Mientras los capitales externos apuestan a la estabilidad, los argentinos siguen buscando refugio en el dólar”, señaló Colque, al explicar que el apoyo internacional no garantiza por sí solo la recuperación económica. “La asistencia externa ofrece una oportunidad para estabilizar el frente financiero, pero no reemplaza el trabajo interno de reconstruir la confianza en la política económica ni la capacidad técnica del Estado para sostener un programa consistente”, añadió.
El economista destacó que, si bien los datos oficiales muestran avances importantes —como la reducción de la inflación del 117,8% anual en 2024 a una proyección del 30% en 2025, y un superávit récord en la balanza comercial—, la desconfianza interna sigue latente. “La paradoja argentina se repite: cuando los indicadores mejoran, los argentinos corren a comprar dólares”, explicó Colque, señalando que esto refleja “una memoria colectiva marcada por décadas de inestabilidad y promesas incumplidas”.
Colque advirtió que el verdadero reto es consolidar una institucionalidad económica capaz de sostener las metas de inflación y crecimiento. “El respaldo de Estados Unidos no es un cheque en blanco. Es una muestra de confianza que la Argentina debe ganarse día a día”, dijo, y agregó que para ello es imprescindible “profesionalismo técnico y diálogo político”.
El economista también se refirió al rol del tipo de cambio en la economía local. “Un tipo de cambio bajo genera un boom de importaciones y turismo emisivo, pero debilita las exportaciones y las reservas”, señaló. “Por el contrario, un tipo de cambio alto estimula las exportaciones y protege la producción local, aunque no siempre es bien recibido por el votante”.
Sobre las reformas estructurales, Colque fue categórico: “La reforma tributaria, la modernización laboral y educativa y la reorganización previsional son señales necesarias, no para la comunidad internacional, sino para los propios argentinos, que no pueden seguir esperando”.
Finalmente, advirtió que la estabilidad actual puede ser efímera si no se construyen consensos y se respetan reglas claras. “El desafío no está en Wall Street, sino en Argentina. Si el país logra transformar esta etapa de alivio en madurez institucional, el apoyo externo habrá cumplido su función. De lo contrario, será solo un paréntesis”, concluyó.







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