La furia al volante y la prepotencia parecen haberse apoderado de la escena vial esta mañana en la Avenida Ex Combatientes de Malvinas, en el marco de las obras de repavimentación que la Municipalidad de Salta lleva adelante como parte del plan vial Zona Sur.
Mientras se realizan trabajos en el sentido sur-norte, con la remoción de la calzada dañada y la presencia de maquinarias, un video filmado por Interactiva Noticias mostró una situación que desbordó la paciencia y el control de una conductora.
En la grabación, se puede observar cómo un banderillero, encargado de dirigir el tránsito para permitir la entrada de camiones de obra, pide a los conductores que frenen. Sin embargo, lejos de mostrar paciencia o comprensión, una mujer que vestía calzas negras y la remera del club Gimnasia y Tiro, visiblemente alterada, decide bajarse del auto para increpar al trabajador de manera violenta. A los gritos y con el rostro enrojecido, le propina un golpe con el puño derecho, mientras los operarios, alertados por la situación, intentan acercarse rápidamente.
El video continúa mostrando cómo la mujer, en un acto de total descontrol, patea un casco que había quedo tirado en su camino antes de regresar al auto, desde donde señala al banderillero con el dedo de manera amenazante y proferiendo palabras incomprensibles, pero cargadas de ira. La agresión no termina ahí; un poco más adelante, en otra intersección, la conductora realiza otra maniobra peligrosa, arrojando su vehículo de manera casi intencional hacia uno de los operarios.
El acto, además de la violencia, refleja un nivel de prepotencia absoluta, ya que la mujer no solo mostró una completa falta de respeto hacia un trabajador que está cumpliendo con su labor, sino que también ignoró el contexto de las obras, que, si bien causan inconvenientes momentáneos en el tránsito, son fundamentales para la mejora de la infraestructura de la zona.
El intendente Emiliano Durand se hizo eco del incidente en sus redes sociales, mostrando el video y señalando que el automóvil involucrado tenía multas impagas, por lo que además de enfrentar nuevas infracciones, la conductora podría sufrir una demanda penal. Este episodio refleja una problemática más profunda en nuestra sociedad: la pérdida de control emocional y el desprecio por quienes realizan trabajos esenciales pero invisibles para el bienestar de todos.
No es la primera vez que la calle se convierte en un escenario de enfrentamientos entre conductores y trabajadores de la vía pública. Sin embargo, lo que resulta más preocupante es el grado de prepotencia y agresividad que, lejos de ser justificados por la incomodidad temporal que puede generar una obra, solo evidencia una falta de empatía y respeto por los demás.
La violencia verbal y física hacia los trabajadores no solo es injustificable, sino que socava la autoridad de quienes se encargan de que la ciudad funcione. La calle, en este caso, no es solo un espacio de tránsito, sino también un escenario donde la convivencia y el respeto mutuo deben prevalecer. No se puede permitir que la prepotencia al volante se convierta en un comportamiento aceptado.
https://www.youtube.com/watch?v=CmfiI5Z6hQU
Comments